Chevron va en serio: así se convierte en el gigante energético número uno del mundo

En medio de un tablero global de fichas petroleras, Chevron acaba de dar un jaque decisivo: ganó el arbitraje ante Exxon y cerró la compra de Hess por US$53–55 000 millones, consolidando su acceso al blockbuster Stabroek en Guyana. Esta jugada no es caprichosa: marca el inicio de su estrategia para liderar la industria.

Chevron toma el liderazgo global en energía tras ganar arbitraje y cerrar compra de Hess

1. Guyana: un tesoro clave

  • Stabroek, el yacimiento offshore donde Chevron ahora tiene un 30%, alberga más de 11 000 millones de barrilesde crudo equivalente.

  • Se espera que la producción alcance 1.2 millones de bpd para 2027, un impulso formidable a su portafolio.

Este activo no solo es cuantioso: también suma márgenes bajos, con un breakeven de solo US$25–30 por barril.

2. Volumen y rentabilidad a escala mundial

Con Hess bajo su ala, Chevron sube de unos 3.3 mm bpd a cerca de 4.2–4.5 mm bpd, acechando el nivel de Exxon. Este volumen se traduce en:

  • Acceso simultáneo a activos clave: Permian, Golfo de México, Canadá, Argentina, Kazajistán y Mediterráneo.

  • Oportunidades de sinergias por US$1 000–2 000 millones al año a partir de 2025.

  • Presupuesto disciplinado: inversiones entre US$19–22 mm y ROCE de doble dígito en precios promedio.

3. M&A sin miedo, con impacto en toda la industria

El fallo del ICC en favor de Chevron resuelve ambigüedades legales en contratos tipo right of first refusal, allanando el camino a fusiones gigantes sin sobresaltos arbitrales. Este precedente marca un nuevo ciclo de consolidación en el sector.

4. Robustez financiera y retorno al accionista

  • Tras la compra, Chevron seguirá ofreciendo dividendos crecientes (36 años consecutivos) y share buybacks de hasta US$20 mm anuales.

  • Cercano al objetivo de generar US$21 mm de flujo libre en 2025, con un dividendo superior al 5 %.

Son indicadores clave para que Wall Street la reconozca como una inversión sólida y de futuro.

5. Diversificación con visión a largo plazo

Con operaciones que abarcan desde el Permian y el DJ Basin, hasta activos offshore en Guyana y el Golfo, Chevron ha logrado:

  • Un portafolio balanceado petrolero y gasífero con bajo carbono, gracias a inversiones en hidrógeno, captura de carbono, renovables e innovaciones.

  • Presencia geopolítica sólida en Estados Unidos y mercados clave, incluyendo inversiones de US$9 mm en proyectos domésticos en 2025.

6. Limpieza de obstáculos legales y reorganización interna

  • El arbitraje por la compra de Hess retrasó la operación en más de un año, costando US$6–7 mm en ventas y US$3 mm en ganancias. Pero la resolución permite avanzar sin fantasmas legales.

  • La integración traerá ahorro de roles duplicados, agilización operativa y reducción de deudas, fortaleciendo la estructura para un crecimiento eficiente.

Conclusión

Chevron no está jugando un partido más: está reescribiendo las reglas del segmento. Gracias al cierre de Hess, la entrada a Stabroek y su músculo financiero, combina escala, eficiencia y una estrategia de valor que reta naturalmente a Exxon por el trono. Si mantiene disciplina de capital, rentabilidad y visión técnica, los indicios apuntan a que en pocos años liderará el pelotón energético global.

Fuentes: larepublica.co | reuters.com | wsj.com

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