1. Potencial de reservas offshore sin precedentes

El pozo Sirius-2, en aguas profundas del Caribe, presentó resultados que apuntan a un volumen de hasta 6 terapies cúbicos (Tpc) de gas in place, según comunicados oficiales. Esa magnitud —respaldada por reportes técnicos— podría multiplicar varias veces las reservas continentales actuales y reconfigurar la hoja de reservas reportada por la ANH.

2. Gas como puente en la transición energética

El gas natural ofrece menor intensidad de carbono frente a otros combustibles fósiles y sirve como respaldo para energías intermitentes como la eólica y la solar. El desarrollo del gas costa afuera permitiría sostener la confiabilidad del sistema mientras se acelera la adopción de renovables, una apuesta clave en la agenda de descarbonización del país.
Ver antecedentes sobre planeación energética: Presidencia de la República.

3. Tecnología avanzada y formación de proveedores locales

El diseño técnico propuesto —incluido el modelo subsea to shore— exige capacidades en integridad de pozos, sistemas submarinos y logística marítima. Esto no solo demanda inversión, sino que genera transferencia tecnológica y favorece la especialización del mercado local, beneficiando a proveedores de servicios offshore y talleres de mantenimiento industrial.

4. Efecto multiplicador sobre la economía y la industria

Las estimaciones de inversión y producción son significativas: cifras públicas y estimaciones del sector apuntan a miles de millones de dólares en desarrollo y una producción diaria potencial de alrededor de 470 millones de pies cúbicos. Ese volumen respalda la demanda de sectores térmicos, petroquímicos e industriales y puede reducir la dependencia de importaciones. Más detalle en el comunicado conjunto de las empresas operadoras: Presidencia – Sirius.

5. Una ventana de tiempo crítica hasta 2030

El cronograma del proyecto sitúa la decisión final de inversión (FID) en torno a 2027 y una posible entrada en producción hacia 2030. Dado el declive de algunas reservas en tierra, el desarrollo costa afuera aparece como la alternativa más realista para garantizar suministro a mediano plazo. Para la ANH y otros reguladores, la coordinación oportuna y las consultas previas son determinantes; consulta previa y regulación están en la hoja de ruta del proyecto (ANH – comercialización Sirius).

Conclusión. Para el ejecutivo del sector Oil & Gas, el avance del gas offshore representa una oportunidad estratégica: volumen, tecnología, encadenamientos productivos y respaldo para la transición energética. No obstante, el éxito dependerá de la gestión social, el marco regulatorio y la decisión de inversión en los próximos años.